lunes, 28 de febrero de 2011

PINTAR LA FE



PINTAR LA FE



(Pinturas de la iglesia de Santa Lucía de La Fuliola-Lérida) Jesús Masana Monistirol.

-PRESENTACION


-INTRODUCCION-EPISTOLARIO

El día 10 de febrero de 1993 recibí una cordial epístola en la
que se me felicitaba por el reciente doctorado en Bellas Artes en
la Universidad de Salamanca; firmaba tal misiva Mn. Jaume
Armengol, cura párroco de La Fuliola, Lérida. Me hacía memoria,
"de passada" de una promesa hecha por mí cuando pintaba su
iglesia, en cuanto se refería a poner en orden y completar la
explicación de tales pinturas.
Ha sido ésta, en el momento en que me dispongo a iniciar este
estudio testimonial de mi pintura religiosa, la última carta de
una larga serie, alternadas con las mías, diseminadas a lo largo
de doce años, siendo la primera allá por el año 1981, para
recabar datos y otorgar asentimientos con relación a la primera
de las pinturas realizadas en la iglesia parroquial, la del altar
del Santísimo.
Eso de pedir explicaciones completas de lo pintado o por
realizar arranca precisamente de este mismo momento. En una
carta escrita el 5 de octubre de 1981 ya se me pedían también
las de estas primeras pinturas para su publicación, cosa que así
ocurrió en el folleto de la inauguración de esta capilla y de la
gemela del Baptisterio, donde otras pinturas acompañaron, en
breves meses, las de "La Ultima Cena"...
Las cartas fueron espaciándose, sin llegar a desaparecer el
contacto, hasta el año 1986 en el que Mn. Jaume me insta a
retocar un mural entre pilastras, sobre madera, pintado en el
lado de la epístola, junto a la capilla del Baptisterio, "El
Nacimiento", pintado rápidamente, dejado inacabado para mejor
ocasión...
El primer proyecto para el ábside no fue bien acogido, pero no
por ello se cerraron las "negociaciones", ya que para eso son los
proyectos... También hace alusión en esta misiva del 11 de
Noviembre a la posibilidad de realizar un proyecto nuevo o
retocar el que unos días antes le había mandado con destino al
ábside... Incluso, sin ánimo de influir en la creatividad del
artista, sugiere temas y posibilidades expresivas.
Tales deseos no caen en saco roto y le mando la contestación
con mis intenciones de gestar otro de m s extenso repertorio
icónico: toda la historia de la salvación, a semejanza de los
bsides románicos... Es cuando contesta, el 8 de diciembre del
mismo año, animándome en la tarea creadora...
El día 13 de enero de 1987 manda una contestación, tras
recibir, días antes un nuevo estudio icónico sobre papel. La
comisión da el visto bueno y Mn. invita al artista a que lo
aclare un poco, dada la profusión de figuras y lo pequeño del
papel ya que "tens temps per fe-ho amb calma"...
Diseño el tema sobre un lienzo y lo pinto al óleo de forma
bastante detallada y a escala. Remito la obra y queda todo el
mundo complacido.
Terminado el curso escolar me presenté en la Fuliola a
finales de Junio retomando los pinceles, aún guardados en la
sacritía desde la anterior etapa pictórica, y acometiendo la
pintura del ábside. Son diez días de frenética lucha contra la
altura, la distancia y la proporción... Había pensado en
cuadricular el espacio y trabajar sobre otra cuadrícula en el
boceto, a escala, pero ello era imposible, ya que el sistema de
andamiajes ya colocados no permitía tal cosa.
Opté por pintar directamente ampliando, a sentimiento, parcela
a parcela y dejando para el final la visión del conjunto.
Retirados los tablones y sus correspondientes amarres metálicos
comprobé que el efecto total era aceptable en su conjunto, fuera
de unas tonalidades demasiado violentas en las túnicas de los
ángeles y algún que otro pequeño retoque, aspectos que solución‚
con una escalera adecuada y las correcciones pertinentes.
Recuerdo la casi constante presencia de mosén Jaume a mis
piés, salpicado de pintura, cayéndole desde las alturas, mirando,
preguntando el significado de tal o cual detalle, entrando en la
sacristía para realizar alguna gestión propia de su cargo o para
tomar datos de lo hablado con el artista, que se cimbreaba en los
estrechos pasillos de tablón, en una mano el pincel y en la otra
la soga protectora delimitando distancias, no demasiado seguras.
El 14 de agosto me invitó el Mosén a la bendición del mural,
por el Vicario de la diócesis, Mn. Joan Pujol i Balcells, en
nombre del Sr. Obispo Joan Martí i Alanis. De paso, hace mención
de mi compromiso, expresado en una misiva anterior, de retocar el
retablo del Nacimiento.
Me da las gracias el Mn. por las fotos de la pintura del ábside,
realizadas por mi hermano Jaume, "admirables, sobre tot la de la
nau central amb el mural al fons; quina sensació de profunditat!
Sembla una catedral!". "Prepararé un’altra capella o dos, per
si els teus pincells es posen a to..." Sinceras expresiones
recogidas en la carta del 18 de diciembre de 1987.
El 22 de agosto de 1990, un año antes de acabar la obra
pictórica en la iglesia, con la realización del tímpano interno
de la cancela, hacía una poética mención el Mn. de las ganas de
que fuera pintado el mencionado último retablo que "está
esperant que l'il.luminin els teus pinzells, però es pacient, no
diu res, no es basqueja... Viu d'esperança i d'una esperança
ferma; sap a qui s'ha confiat i está segur que el dia de la
il.luminació arribará." Así aconteció.

viernes, 25 de febrero de 2011

expresionismo onírico

Diferentes abordajes pictóricos para estudiar el sentido de las cosas y el sentimiento que provocan.





Picelada grande



Agrupación de tonos





Contrastes impresionistas complementarios











Movimientos resaltados










Síntesis de formas










Concepto y forma recorren el mismo camino



















Referencia constante a la figura humana hecha pigmento zonal















La materia con la que se opera es protagonista con la figura que sustenta
























La unidad es el fin.








jueves, 24 de febrero de 2011

MATERNIDAD




MATERNIDAD Jesús Masana Monistirol
Madres hay muchas, maternidades, también.
La creatividad es maternidad. En estos momentos, yo mismo, soy madre de
este homenaje a la Madre.
La maternidad, como poder transmisor de vida biológica, ha
sido conferida, entre los humanos, a la mujer.
Algo maravilloso, importante y revolucionario, debe tener
este poder vital femenino cuando esa otra maternidad-creatividad
llamada ciencia ha hundido sus manos enguantadas en él y como
extrañas "comadronas", que no madres, sin derecho propio, ha
inventando madres-provetas y fecundaciones artificiales "in
vitro".
Lo tierno, entrañable y humano de la madre-mujer esperando,
junto al padre-hombre, el nacimiento de un descendiente, está
dejando paso a la psudociencia de los investigadores-madre,
clonizadores, compradores de semen errante en recipientes de
cristal y vientres de mujeres "desmadradas".
La narración bíblica de la creación sobre la faz de tierra es
un canto a la entrañable maternidad de Dios.
La maternidad humana participa así de la divina y no sólo como
un mero instrumento generador inicial sino como voluntario y
amoroso impulso que, lenta y sabiamente gesta, pare y acompaña la
existencia del ser-hijo, transmitiéndole los genes y el genio, las
costumbres, las propias experiencias educadoras, las pautas
sociales y hasta la propia maternidad-paterniad, modelando la Historia, a
impulsos de esta herencia ancestral.
El devenir humano, desde sus comienzos, recuerda la
importancia que siempre ha tenido la madre, tanto en el diseño de
las sociedades antiguas, como en las más cercanas a nosotros y en las actuales.
Hoy, nos debatimos en el vórtice de una crisis de identidad,
creyendo vivir en un "estatus" adulto, habiendo superado,
pensamos, los peores años del vaivén entre el matriarcado, el feminismo y el
machismo, entre la continuada represión de la fuerza física y la
obligada sumisión impotente del débil, entre la esclavitud y la
libertad.
No podemos sin embargo vanagloriarnos de pertenecer a una
sociedad adulta cuando estamos inmersos en la falacia de la
eutanasia y el aborto -selectivo o no-, que en aras de la
libertad, sacrifica al que no se puede defender o que engaña a
quien no ha descubierto, durante los años de vida ya
transcurridos, el sentido real del placer y del dolor, porque una
voz maternal nos ha comunicado la existencia de un hogar donde
puede verse satisfecho su deseo de felicidad compartida, para afrontar la
vida sin tener miedo y sin producirlo.
No hemos evolucionado tanto en comparación con los pobladores
de "Atapuerca" cuando hoy muchas mujeres mueren a manos de
"compañeros" incapaces de asumir ningún tipo de limitación,
marcadores de un atroz final teñido de sangre.
También hay algunas madres a quines les viene demasiado grande
este don, que pierden, abandonan, no pueden querer.
Pero, gracias a una maternidad bien entendida, muchas mujeres
con uno o muchos hijos, mujeres sin hijos de su propia sangre
pero con el corazón tan maternal como las primeras, han hecho
posible lo que de bueno, generoso y progresivo hace latir este
mundo nuestro desde que el primer ser humano comenzó a pisar su
superficie hecha de jóvenes hierbas y animales recién inventados.
Gracias a tantas madres y a la mía puedo dedicarles hoy yo
mismo, en el primer tramo del tercer milenio, este canto a la
maternidad.

miércoles, 9 de febrero de 2011

LA VIDA



LA VIDA SOBRE RUEDAS... Jesús Masana Monistirol
Que se vive sólo para "ir tirando", y no precisamente en el
sentido de dejar la vida en cada cosa que hacemos sino, al
contrario, no dejándonos "pisar" por nadie, escatimándola, es
algo que salta a la vista; al mismo tiempo, y por ello mismo,
somos portadores de no-vida, de muerte. Eso, a todos los
niveles; andando y estando parado, a pie y en coche, despierto y
dormido, trabajando y descansando... ¿Por qué pasamos un semáforo
rutilantemente rojo? ¿Por qué matamos? ¿Por qué nos destruimos?.
Lo que uno hace y lo que debiera hacer, cualquier acción
vital, tiene repercusiones para sí y para cuanto y cuantos nos
rodean, en círculos concéntricos cada vez con mayor diámetro,
hasta la orilla del gran lago de la convivencia. Vamos caminando
hacia un mundo desnaturalizado, formado por islas humanas en un
oc‚ano lleno de monstruos, sin modelos válidos que imitar,
olvidando las raíces y la vida misma.
Ahí está, por ejemplo, lo del ecologismo, que parece
inventado hace cuatro días por unos chicos muy listos y
"concienciados" y resulta que ya estaba pregonado, a pequeña
escala, en un librito que se llamaba "Normas de buena conducta y
educación", o algo así; lo que pasa es que ese libro y otros,ya
no se llevan hace tiempo, han quedado anticuados, y ningún otro,
de contenido similar, ha llenado su vacío. Lo que pasa realmente
es que se ha perdido el espíritu que inspiró este empolvado texto
que generó una cultura con, al menos, barrunto de buenas
maneras, sinceridad, educación, civismo y sinceridad, y hemos
caído en otra no-cultura de chanchullos, groserías ciudadanas,
escuchas telefónicas, escándalos nacionales, droga, prostitución,
"trepa" y politiqueo, impotente para cumplir lo que se ha
prometido, capaz de decir lo que no se cumple, de insultar para
sobresalir y de matar para sobrevivir, que ha substituido a la
primera.
¿Cómo se para todo eso? Los problemas sociales se intentan
atajar, claro, pero se nota una cierta desorientación; la
solución no se ve clara y se dan palos de ciego; lo estamos
viendo, también con represión, con el ordeno y mando, con otra
violencia, con miedos, con imposiciones, con más normas.
Verbigracia, esa campaña, seguramente respaldada y aleccionada,
por eminentes psicólogos & sociólogos, que muestra el dolor y la
sangre como corrector potencial de actitudes operativas al frente
del volante de un coche, que son sin duda intentos loables de
erradicar tantos accidentes como hay en nuestras carreteras,
pero, qué pobreza de inspiración aparece en ella, recurriendo al
sentimiento para mover las manos y los pies del conductor, que no
al corazón ni a su profunda actitud (que es lo que, en el fondo,
quisieran los organizadores), mas eso no se mueve sin el expreso
consentimiento del poseedor de la libertad, el cual, muchas
veces, ni aún queriendo hacer lo correcto, puede.
Estamos en una sociedad compleja y son necesarias normas de
convivencia concretas y variadas, pero, sobre todo, hace falta
algo que ya es muy difícil de hallar en la filosofía de esta
pseudo-cultura, aunque todavía es posible hallar; en algún rincón
de este planeta, tan vacilante, existe la solución; ese espacio
no hace falta ir a buscarlo muy lejos de uno mismo, porque
también en algún apartado rincón del corazón, de la mente o de
las neuronas, existe el resorte para colocar al otro por delante
de uno mismo; es posible intentar la experiencia de no ser
siempre el primero, de respetar al otro y lo del otro, que es lo
de todos; sólo hace falta una cosa, cerrar el oído a estos
anuncios, soflamas, etiquetas de los que ya estamos comenzando a
estar hartos y abrirlos a otro anuncio que, tal vez, ha resonado
ya en nuestros oídos y al que aún no le hemos hecho caso.
No hará falta pergeñar tantas leyes, dictar tantas normas,
inventarse tanto eslogan, mostrar tanta sangre; porque la que
corra por nuestras venas estará regulada, liberada por otra ley
que coloca al prójimo dentro del propio corazón.
¡Estados, organismos estatales, potenciad esto más que las imposiciones,
mirad el interior más que lo de fuera; lo que es espíritu y
fuerza generadora de actitudes, más que la norma fría o el
sentimentalismo inoperante y deseducador; no juguéis con el
sufrimiento, porque lo que hacéis realmente es, tal vez,
enconarlo más, colocando al que sufre frente a la propia
impotencia y no le dais fuerza para evitarlo, no aportáis
soluciones ni decís cómo se pueden encontrar!