miércoles, 17 de octubre de 2012

LA IGLESIA DE LA MAGDALENA-ZAMORA


LA MAGDALENA.
Guadalupe Ramos1 data esta hermosa iglesia como del
siglo XII y hace notar sus características, entre éstas,
describiendo el exterior del ábside, los modillones "más
bien pequeños, y muy variados en cuanto a su motivo
decorativo, está entre ellos el de rollos de origen
califal y el de conos verticales, como los veremos en
Santiago el Burgo, San Esteban y otras iglesias
zamoranas."2
Esos modillones los catalogamos como canecillos, ya
que su forma y función son iguales. El cuerpo lateral
sur, de los tres en que se divide el ábside, nos interesa
especialmente, ya que los dos canecillos extremos,
adosados a sendos capiteles (simbólicas cabezas) de ambas
columnas exteriores que delimitan dicho espacio, son dos
cabezas de animales (leones?). Parecen ser los
guardianes de los otros cuatro que ostentan motivos
diversos; uno con tres estrías horizontales (produciendo
cuatro zonas), otro con tres bolas, el tercero con dos
gruesos filamentos entrelazados con una bola al final de
cada uno de ellos y el cuarto con una estría vertical.
Nos parece adivinar una simbología numérica que nos
remite al uno, al dos, al tres y al cuatro: Los números
primeros, los capitales, el uno, Dios; el dos,
Jesucristo; el tres, la Trinidad; el cuatro, la creación
(cuatro ángulos del mundo, cuatro ríos del Paraíso...).
Otro canecillo, mostrando la cara de un animal similar
a los dos anteriores, se halla al otro lado de la columna
que divide el espacio central del ábside con el
anteriormente descrito. Tres canecillos-rostro más, dos
humanos y el tercero animal, se hallan soportando la
cornisa inmediata al rosetón que se halla en la vertical
de la puerta sur; esta serie la completan otros siete,
con variada ornamentación floral o geométrica. El orden
ocupado por dichos rostros es, desde el ábside, el
primero, de simbología geométrica, el segundo de rostro
animal, el tercero es abstracto y el cuarto y quinto son
rostros humanos.
Entre los dos contrafuertes del flanco derecho de la
puerta sur de la misma iglesia, sobre una ventana,
encontramos otro rostro humano en uno de los cinco
canecillos de la parte de alero que corresponde a dicho
espacio, entre los mencionados contrafuertes. En la parte
norte, otro canecillo con rostro de animal, similar a
los del ábside, asoma rozando la parte superior de uno de
sus contrafuertes. Dicha cabeza se halla junto a un
canecillo que muestra una rueda con ocho radios curvos,
dos swásticas con un mismo centro, símbolo del
"torbellino creacional",3 de un nuevo orden
resurreccional. Un tercer canecillo, éste de forma tronco
piramidal, con una hendidura triédrica, completan la
tríada de un contrafuerte a otro.
PUERTA DE LA MAGDALENA DE ZAMORA.
De la iglesia de la Magdalena, situada en el casco
antiguo de Zamora, su puerta sur muestra seis arcadas
profusamente decoradas e invita al caminante a pararse y
meditar. En el arco más exterior, cuarenta y seis rostros
sonrientes hacen visible tal invitación (cuatro de ellos
han desaparecido por el desgaste de la piedra, pero su
lugar aún hace patente su presencia, por analogía con los
restantes, bastante bien conservados). Otros dos
rostros humanos igualmente risueños están en la segunda
arquivolta decorativa, uno de ellos en la vertical de
punto más alto del arco, el segundo pertenece al busto de
un prelado, con un báculo en la mano izquierda.
El número es un elemento simbólico con el que los
artífices logran aproximar al creyente a Dios, como
afirma san Zenón de Verona: “Cristo es el día realmente
eterno y sin fin que tiene a su servicio las doce horas
en los doce Apóstoles y los doce meses en los
Profetas.”4
Aparece aquí el número uno, en la cara del león, en el
único rostro del joven y en del prelado; la
multiplicidad, en las 46 pequeñas cabezas. El número
cuarenta hace relación a los cuarenta años de camino por
desierto del pueblo judío, a los cuarenta días de ayuno de
Cristo o los cuarenta días de la cuaresma. El número
seis es el número creacional. Uniendo los dos conceptos,
podemos afirmar que se trata de una creación tras una
penitencia; seguramente como sucedió con María
Magdalena, pecadora arrepentida, titular de la
iglesia.5
La cabeza que se halla en la parte superior de la
mencionada arcada es barbilampiña y sonriente, el cabello
le cae sobre la frente en dos rizos y es largo por los
flancos de la cara, dejando al descubierto las orejas;
se trata de un joven, al que Guadalupe Ramos da como
posible atribución la de Cristo.6 De ser ello cierto
sería muy interesante, ya que son pocos los rostros de
Cristo representados de este modo, proliferando los de
Cristo Majestad, serio y con barba. Hace relación, sin
duda, a la visión feliz del hombre nuevo de S. Pablo,
cuyo prototipo es Cristo.7
APROXIMACION
La alegría del rostro en medio de la naturaleza es la
protagonista de esta puerta singular. Su aspecto
creacional desparramado en sus arcadas, en número de
seis, simbolizan la fuerza de Dios en su manifestación
temporal. El hombre, desde la puerta, dominando la
naturaleza, multiplicada su faz en la arcada superior;
Dios, en el interior del templo, descansando tras los
seis días de la creación aún no perfecta. Las ocho
columnas que sustentan las arcadas hacen pensar en el
misticismo del octavo día de la nueva creación. De lo que
no cabe duda es del aire festivo que emana tal puerta,
ya que todos los rostros, tanto los de la última
arquivolta como los del citado “joven”, el del prelado e
incluso el del león de cuyas fauces sale toda la
decoración vegetal8 de la penúltima arquivolta; todas
las caras están sonrientes. Según Champeaux las máscaras
de cuyas bocas salen tallos son símbolos creacionales.9
Es de un rostro de donde procede la creación y ésta,
gloriosa, nueva, resucitada. Es la invitación al pecador
(la iglesia está  dedicada a una gran pecadora
arrepentida, María Magdalena) a que penetre en la nueva
vida -hombre nuevo- que se gesta en el interior del
templo. Los rostros de la última arquivolta simbolizan la
alegría del justo, son como frutos del árbol de la vida
que representa la puerta toda, llena de motivos
vegetales; la interpretación de Honorio de Autun remite
a la gestación y de ésta al alma, alojada en la cabeza
repetidamente alegre.
La portada toda es un rostro abierto a la gloria, es
una boca que pregona las hazañas del Señor sobre las
asechanzas del demonio -los monstruos de los capiteles
con rostros de hombre y cuerpo de ave, cola de dragón o
pezuñas de caballo- agazapado, retorciéndose alrededor
del  árbol.10
1CF Ramos Guadalupe, El arte románico en la Provincia de Zamora, P 122.
2IBID, P 124.
3CF Champeaux & Sébastien, IBID, P 37.
4CF Introducción a los símbolos.
5Para Honorio de Autun el número 46 es el número de Adam , que en la letras griegas a=1, d=4, m=40, es decir un total de 46, de lo que también deducía que el alma se unía al cuerpo 46 días después de la concepción. CF Sebastián, S., IBID, P 102.
6CF Ramos, G., El arte románico en Zamora, P 127.
7“..Hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo está en los cielos y lo que está en la tierra.” (Ef 1, 10). “...para crear en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo...”(Ef 2, 15). “Y a revestirnos del Hombre Nuevo, creado por Dios, en la justicia y santidad verdaderos.” (Ef 4, 24).
8Es sol y símbolo de la resurrección, según Beigbeder. OP. CIT. P 291.
987 CF Introducción a los símbolos, P 483.
10Según Guadalupe Ramos, la iglesia. OP. CIT. P 128

martes, 16 de octubre de 2012

MÁS HUMOR

 A RAÍZ DE LA SUPRESIÓN DE PRESUPUESTO EN EL DESFILE DEL 12 DE MAYO
 LA CRISIS TIENE UNA SOMBRA ALARGADA...
CORREN TIEMPOS OSCUROS PARA LA MONARQUÍA.

lunes, 15 de octubre de 2012

La enseñanza a debate

A raíz de la rabiosa actualidad de la situación de la enseñanza. Cosa que ya viene de muy antiguo...http://www.laopiniondezamora.es/secciones/cartaLector.jsp?pNumEjemplar=2008121900&pIdCarta=1221

Las trincheras
Desde las trincheras de la enseñanza, en los estrechos pasillos que forman las mesas donde los hijos de esta generación están aprendiendo a gestionar su futuro, estoy reflexionando sobre lo que nos/les espera... 
En la clase anterior, otro docente se ha sentado en la silla o ha paseado sobre las mismas baldosas donde yo estoy parado ahora; después, vendrá otro y así día tras día, con sus correspondientes intervalos de recreos, fiestas, fines de semanas, vacaciones... 
Lo aparentemente monótono se va llenando de variantes, según sea el/la profesor/a, el centro, los alumnos y la asignatura; sobre todo, la asignatura. 
¿Serán capaces estos chicos y chicas de suplir, con su sinéresis  lo que no se les enseña y trascender las incongruencias que se nos cuelan en la praxis diaria de la docencia, fundamentada ésta en programas conductistas, desintegradores y contradictorios? 
La contradicción, la antinomia, la sinrazón, la ambigüedad, la simpleza, la esquizofrenia, son subtítulos de otras tantas palabrejas que acompañan las razones aducidas para poner, quitar, valorar, sobrevalorar, esquilmar asignaturas, temas y conceptos en una ley de la enseñanza que se nos ha venido encima gracias a una mayoría ridícula de políticos... ¡Claro, la enseñanza ya no es una herramienta de formación integral de la persona, sino que es un arma de primer calibre para perpetuarse en el poder! ¡Y nació la LOE! 
A la LOCE, que era otra ley con un poco más de sentido digamos, humanista, se la ha caído la C, que significaba Calidad. Estamos ante una ley sin calidad, que suena poco menos que a eso de: ¡LOÉ, LOÉ, LOÉ!, con la música   pegadiza de los campos de fútbol... 
Evaluación; he aquí una de esas palabras que se nos presenta en el "currículo". Pero debería decir Contradicción. El concepto de justicia y ecuanimidad debería estar intrínsecamente unido al de evaluar, pero resulta que existen distintos raseros entre unas materias y otras... Lo que supone un ataque frontal en la línea de flotación del buque (¿patera?) de la enseñanza. 
Lo justo, lo razonable, lo equitativo es que el marco donde se mueven y distribuyen las materias que configuran el tema del cuadro docente, tengan idéntico tratamiento evaluador; dejar a alguna asignatura sin este requisito y mantenerla en la lista con sus restantes hermanas de itinerario, es para quedarse con los ojos chiribitas. 
Pero la cosa es más grave, ya que sin decirlo claramente e intentando colar la situación anómala, se está pregonando que da lo mismo blanco que negro, evaluar que no evaluar, que lo evaluado cuente o no a la hora del cómputo del conocimiento adquirido por cada alumno: Se nos está colando la didáctica de una asignatura transversal que no aparece en la lista de la LOE, que es: El Relativismo-convencional. 
¿Qué ha ocurrido en el cerebelo de los políticos? ¿Qué acceso de adrenalina excluyente, impregnada de cobardía revanchista, les ha impelido a llevar adelante una ley que soslaya y que no tiene en cuenta la asignatura de "Religión" (en este punto la palabra religión ya les suena a algunos a vieja sacristía...), que apareciendo en el "lote" de las asignaturas de la enseñanza obligatoria, no tiene el mismo tratamiento académico que sus hermanas. Estas son evaluables y computables; aquélla, sólo es cursable... 
Es mendaz afirmar el confesionalismo proselitista de la asignatura en cuestión; es más bien una realidad innegable que nuestras raíces, las de los pueblos de occidente y de allende los mares, bebieron siempre en la cultura que se transmite en el programa de "Religión", como materia de enseñanza escolar. 
Paseando por mis trincheras, que son los pasillos del aula, entre las mesas y sillas donde los alumnos se están examinando de "algo", atentos a los enunciados de los temas, entre sudores y afortunados recuerdos que solucionan su situación discente, pienso en el drama que representamos todos, renegando de nuestro pasado, cegando las fuentes que nos han saciado la sed del saber, abocados a cortar raíces, ramas, hojas y frutos; sólo un tronco seco es en lo que se nos está quedando el prometedor árbol de la educación. 
Queda la posibilidad de plantar otros, claro. ¡Ahí está: La educación para la ciudadanía! Otro debería ser el título de esta asignatura: Adoctrinamiento radical. 
¿Qué temario incluirá un libro elaborado por la mitad de los políticos? La verdad, la razón y la sabiduría se han vestido de rojo de vergüenza. 
Otro retoño acompañará el plantel educacional: Ética Cívica, con temas de rabiosa actualidad: la clonación, las células madre, la eutanasia, la fecundación in vitro... Bueno, estos temas más bien los he tomado de prestado del temario de biología, pero aquí se van a esclarecer los aspectos éticos; ¿qué ética? -La de la mitad de los políticos, claro... Vamos también a ser sinceros y por quienes debieran habérselo impuesto, le cambiamos el nombre por lo que va a ser en realidad: Estética-antihumanística. Porque el concepto Vida es lo que está en juego. La ideología que emana del documento "ético-cívico" va a ser asépticamente antihumano, por su relativismo inmanente y su falta de trascendencia. Se permite el asesinato de un ser humano en aras de su utilitarismo; se enmascara la compasión con la muerte "terapéutica" de la eutanasia activa, se mata directamente la vida de el estado embrionario de la persona. ¡Ah, pero se persigue y se estigmatiza el crimen organizado por las mafias y la violencia de género...! 
¿En qué quedamos, esquizoidantes políticos, ciegos a la esencia que os debería estructurar mediante la recta conciencia y la razón, contra quién o contra qué nos mandáis disparar desde las trincheras de la docencia? ¿Contra la ignorancia que atenaza nuestra juventud, ansiosa por descubrir el mundo, o contra esos mismos jóvenes a quienes decimos una cosa y enseñamos otra? Caminamos hacia el abismo y la autodestrucción más exquisita, la de la mente, la razón y el espíritu. 
LOE, Ley Obligatoria de Enseñanza=Ley Obsoleta Exterminadora. 
Eres catastrofista, peripatético profesor... -Pero es que me vienen a la mente los resultados de otra ley, surgida también de similares fuentes a la que hoy nos ocupa y que auguran unos resultados aún peores. Los de hoy están ahí: 30% en fracaso escolar. Sólo el 60% acaba los estudios universitarios, cuando en el resto de Europa es del 90%... 
¿Qué fue primero, el "botellón" o el fracaso escolar? ¿El fracaso lleva seguramente al efímero placer del "finde" botellonero? ¿La resaca de la forzada fiesta semanal no deja concentrarse para estudiar, para pensar...? El huevo o la gallina... Lo que es una triste realidad es que estamos engañando a toda una generación, una tras otra; tras el fracaso de LOGSE, se nos echa encima el de la LOE y éste, hasta lo más profundo de las trincheras de la enseñanza, en las entretelas de la conciencia y de la voluntad, allí donde se halla el fundamento de la libertad de cada ser humano... 
En su nombre, en su defensa, pregunto, les pregunto a mis alumnos: ¿Sabéis para qué estáis estudiando? ¿Os habéis enterado que estáis trabajando-estudiando para vosotros? ¿Para qué y por qué vivís?... ¿Os sentís importantes, queridos, felices?... 
Porque si en el aula no podemos, no sabemos transmitir (y los cauces por los que transcurre la LOE no lo propician), conceptos trascendentes como de dónde venimos, para qué existimos y cuál es nuestro destino definitivo, convertiremos estos momentos didácticos en una rutina, una sosería y una gran mentira salpicada de falaces conocimientos pseudo científicos válidos sólo para eternizar una enseñanza discapacitada y acéfala del sentido estético de la existencia. 
Desde las trincheras de la enseñanza, muchos docentes queremos conquistar la ciudad de la sabiduría, aquélla que se asienta en los sillares de la Verdad y no en los guijarros del espíritu mezquino que ha informado la LOE. 

Jesús Masana Monistirol 

(Zamora) 

jueves, 4 de octubre de 2012

HUMOR

      Elefante disgustado por el robo de sus colmillos
     Elefante con traje de camuflaje.

miércoles, 3 de octubre de 2012

LAS FIESTAS POPULARES



LAS FIESTAS POPULARES Jesús Masana Monistirol
Los Ayuntamientos se las ven y se las desean para tener
contento al pueblo -electorado-; colocan muchas bombillas
eléctricas en las calles más adecuadas en vistas al voto
favorable en las próximas municipales; hacen contratos
millonarios con fabulosos grupos de gente que dicen que cantan
muy bien, con el fin de tener contento al personal de diez y ocho
años, no sea que se ponga "mosca" y vote al partido de la
oposición, cuando llegue el momento; hasta los hijos de los
electores, los pequeños, disponen de juegos temporeros y se lo
pasan "chupi". Desde la mañana hasta el amanecer todo es una gran
fiesta popular. Ha llegado la fecha, en el inicio del verano, y
aunque este año no haya habido cosecha, da lo mismo, toca hacer
fiesta y se hace; porque, en el principio, la fiesta era una
consecuencia de los trabajos y frutos del año; más tarde se
cristianizó y un Santo capitalizó los días de agradecimiento
anual; ahora se hace fiesta por la fiesta y, por encima de todo,
teniendo como fondo las próximas elecciones... El pueblo está
contento con el "panem et circenses".
La multitud vociferante vomita sus borracheras multicolores a
la luz del sol y de las luces festivas de la noche, imitando a
los ídolos de la canción -alquilados por la Comisión de Fiestas-,
que se preparan en cada actuación para repetir sus mensajes
esotéricos con la fuerza de la inhalación, la bebida, la fumada
o la infiltración -ya que de su mente de personas sensatas no
podrían brotar las absurdas letras sin horizonte definido,
mezcladas con insoportables volúmenes de decibelios que
ensordecen la luz de la luna.
En la misma sala aséptica de urgencias del hospital un miembro
del grupo musical que acaba de dar -cobrar- el recital es
atendido de la enésima reacción etílica, junto a cinco o seis
ciudadanos que lo han escuchado, coreado e imitado en todo:
ahora, todos juntos, forman otra original agrupación que emite
ruidos dignos de ser llevados a un CD para ser trasmitido por
los mismos altavoces que, momentos antes, bramaban la última
canción de moda.
La gente camina de aquí para allá, arrastrando a los niños
hasta las tantas de la noche, en una especie de paseo iniciático,
buscando no sé qué...
Puede ser que falten aún algunas bombillas más
para descubrir lo que realmente hace falta, porque bajo los
millares de puntos luminosos, formando dibujos geométricos sobre
las cabezas de los transeúntes, la droga circula más libremente
que en los días ordinarios, hay más hurtos -más negocio-, más
accidentes de toda clase, más insatisfacción...
Se impone revisar todo eso; buscar las raíces auténticas de
las fiestas populares y, como primera medida, ahorrarse tantas
lucecitas callejeras para que, como mínimo, los Ayuntamientos no
despilfarren los dineros del contribuyente en beneficio de
intereses partidistas, en un tiempo de austeridad "convergente",
en aras de la sinceridad administrativa; de otro modo lo que
realmente queda iluminado es el trasfondo de las fiestas, la
falta de principios y la pérdida de un fin plausible.