COMO HOMENAJE A UN PAISANO, VOCACIÓN ARTÍSTICA RECONOCIDA Y TRUNCADA TREMPRANAMENTE.
A N T O N I S A M A R R A TUGUES
© Autor: Jesús Masana Monistirol
EDITOR: Jesús Masana Monistirol
C/. Canalejas, 30, 2º, 3ª Barcelona
- 28
EDICIÓN: 1ª
Fecha de publicación: 3 de
febrero de 1984
DEPÓSITO LEGAL: B 5029 - 1984 Impresor:
GRAN´S
C/Valencia, 140 – Barcelona - 11
Obras
FOTOCOPIADAS: Marca: NASHUA
Modelo: 1220
Nº INDIVIDUAL: 2080758353
Registro civil de Ponts (Lleida): Libro IV, folio 156; ANTONIO SAMA-RRA TUGUES nació el 31 de Marzo de 1886, 3 h. mañana.
Libro III, folio 9: ANTONIO MIGUEL JOSÉ SAMARRA TUGUES. 1
de Abril de 1886. Fue bautizado. Registro Parroquial, Ponts.
Había nacido el día anterior.
Sus padres: Pedro
Samarra Abellana y Carmen Tugues Castellá.
Familia humilde.
El padre estaba impedido para el trabajo; murió en 1903.
Antonio admiró toda su vida a su madre; con ella
sacó adelante a su familia, compuesta
además por dos hermanas algo menores que él.
Los días 17, 18 y 19 de Marzo del año 1974 estuve en
Ponts con la cámara fotográfica y el
"cassette": quería saber de Antonio Samarra... Pregunté, fotografié,
quedé un tanto abrumado por el campo que se abría en cuanto a la vida y obras
de Samarra se refiere. Deseaba hacer un pequeño trabajo de cuatro folios a dos espacios pero me di cuenta que sólo un estudio
pausado y extenso puede comprender la
vida intensa y la obra llena de fe en el arte de ese pintor-escultor, del
artista de Ponts. Estoy viendo que
este trabajo quedará muy a pesar mío en un pobre intento de aproximarse a Samarra.
En la Fiesta Mayor de Ponts de 1969 se abrió al
público una exposición de dibujos y
pinturas de Antonio Samarra en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de
dicho pueblo.
Sus paisanos le recuerdan...
Era escultor.
Desde muy niño se mostró muy aplicado. Pronto supo
leer y escribir, gracias a un maestro llamado
Vallejo.
De carácter concentrado se refugiaba en la tarea de
copiar dibujos, estampas y en pensar. Creo que sobre todo pensó.
Se preguntaría a sí mismo por qué su padre estaba
impedido; por qué debía ir por los bordes de los
caminos recogiendo estiércol para luego sacar unos céntimos
y poder de este modo ayudar a su madre; por qué no podía dedicar todo su tiempo
de niño a dibujar, dibujar, dibujar, y hacer figuras de barro o de piedra...
* *
¿Por qué se dispararía aquellos tiros de pistola de
salón un día de Diciembre de 1914?
—Pienso que lo hicieron subir demasiado,
abandonándolo después los mismos que le
prometieron ayuda...
— Estuvo luchando siempre en un intento de expresar
lo que sentía y no lo consiguió ni con la escultura ni con
la pintura: esto es lo que él pensaba. Tal vez esto contribuyó a que desesperara...
—Para mí que estuvo afiliado a algún partido
anarquista y al sufrir éste un golpe mortal,
Samarra se sintió empujado por quienes estaban encima de él a tener que realizar alguna venganza política; no
sintiéndose capaz puso fin a su vida...
Son
opiniones todas estas de quienes le conocieron... Tal vez ninguna es la verdadera razón de su trágica muerte, o todas
lo son al mismo tiempo.
Sus dos hermanas ya estaban en Barcelona como
criadas y podían contribuir con algún
dinero a la manutención de su familia. Él tenía doce años cuando entró a trabajar con un pequeño jornal en casa de un
maestro de obras. Es un contacto con los
elementos primarios, el agua, la piedra, la arena. Toca el hierro, el cemento,
los ladrillos para la construcción.
De sus ratos libres salen grabados sobre piedra, "ninots".
Su actividad artística no pasaba desapercibida por cuantos le
rodeaban.
Gracias a D. José Escalé pudo entrar en el Ateneo
Obrero de Barcelona. Esto debió ser a raíz de la muerte paterna o poco antes y
gracias a la gran amistad que D. José profesaba a la familia. De todos modos él
entró en dicha escuela con bastante
"oficio", ya que casi de inmediato se le designó un jornal, a pesar
de ser un simple alumno.
Por su modo de trabajar obtuvo permiso de su
encargado para asistir diariamente a la Escuela Nocturna de
Dibujo y Pintura de Barcelona.
Estoy consultando un manuscrito que me proporciona
gran cantidad de datos. Está escrito en un
castellano muy primario por un amigo del propio Samarra,
Antonio Moral.
Puedo por ello precisar ahora la edad en que estuvo
en Barcelona como alumno, a los diez y seis
años, un año antes de la muerte de su padre. Tal vez contaría
quince cuando entró en el Ateneo.
A los diez y seis presentó cuadros en dos
exposiciones obteniendo premio en ambas.
Felicitaciones, parabienes... "Este chico promete". "Llegará
lejos".
Trabajaba, estudiaba.
Domingos y fiestas: paseos en busca de motivos para
sus dibujos y cuadros. Acabó en poco tiempo el aprendizaje de oficial
escultor.
Hace unos días hablé con un amigo suyo. Me decía que
lo solía ver de tarde en tarde. Cierto día lo vio entre andamios en
la Calle Muntaner:
—Tonet, qué hi fas aquí?
Estaba estucando una fachada...
Tenía que trabajar... Estucando fachadas... Tal vez
pensaría que era un mal menor, de
todos modos era mejor que trabajar en el molino harinero de su pueblo... Pero lo que él deseaba no era aquello; ni
ayudar a Gaudí en aquella obra ambiciosa y original de la Sagrada Familia,
aunque no estaba mal como no lo estaba el colaborar en la ornamentación del
Palacio de la Música...
-2-
— ¿Cuándo podré hacer mi obra? —Es fácil imaginar
que fuera este su pensamiento obsesivo.
Ahora ganaba algo más y se podía permitir alguna
salida a lugares más lejanos, por las montañas, cerca del
mar para regresar con buen acopio de apuntes y notas del natural.
A la vuelta de alguna de estas excursiones pasaría
por el Bar Biplano de la Calle
Comercio número treinta, hoy desaparecido; allí estaba su amigo Jaime Moral Santesmases, quien pocos años más tarde
recibiría la cartera y el reloj, todavía en movimiento, de un joven de veintiocho años con la frente rota por
un disparo suicida.
Otro protector del joven Samarra fue el médico
ilerdense Dr. Juan Llo-rens, cuya esposa
era de Ponts. Por su mediación hizo una exposición de dibujos y pinturas en el Ayuntamiento de Lleida.
Según su amigo Antonio Moral tuvo un gran éxito de
público y crítica. Le fue ofrecido
un banquete. Al llegar a su pueblo natal se repitieron los elogios: D.
Juan Llorens y las autoridades le obsequiaron con otro banquete. Llegado el momento él sabría agradecer a sus compaisanos
aquellos momentos de alegría. Abril de 1909.
Pasaba largas temporadas trabajando en su oficio
lejos de la Capital debiendo
abandonar muy a pesar suyo las clases de pintura.
No
dejaba pasar oportunidad para exponer sus cuadros. La Sala Pares acogió en alguna ocasión sus obras de novel
pintor.
En la "Veu de Catalunya" apareció una
crónica de la exposición de Samarra
firmada por F. Pous i Pagés. (Transcribo algunos párrafos permitiéndome traducirlos del catalán.)
"Fruto de medio año de andar por las tierras
d'Urgell y los valles pirinai-cos, Antonio
Samarra ya consagrado como un temperamento colorista de primer orden por la crítica barcelonesa, tiene expuestos en
la casa Municipal de Lleida, estudios de notas de color y dibujos."
"...Tengo una fe absoluta en su triunfo
definitivo de creador si encuentra quien
le ofrezca los medios necesarios para llegar a dominar la técnica, porque en él el artista va acompañado de un hombre —de un
hombre en toda la soberbia magnitud de esta
palabra, incluyendo la energía del luchador, la perseverancia y el entusiasmo de un espíritu joven y sincero y la
visión de un ideal superior que es contraste de la obra
realizada y esperanza para llevarla a superior altura—, he tenido de su triunfo una doble alegría, por el
amigo y por la justicia del éxito."
"...Porque es una gran maravilla el salto hacia
delante que ha dado Samarra durante este tiempo, desde su primera exposición
en casa Pares, todavía no hace el año."
-3-
"En estos pocos meses ha desaparecido aquella
crudeza de los verdes que aparecía en
sus notas, se han suavizado aquellos violentos contrastes que las hacían un
poco duras y sobre todo, ha realizado casi por completo aquella conquista del aire de la que hablaba Caselles."
"...Y esta evolución del artista del Mig Segre,
acompañada de una mayor riqueza de
tonalidades y de una perfecta armonización del conjunto se ha hecho sin ningún perjuicio de su fortaleza."
El
día siguiente, 26 de Marzo de 1909, el periódico "Las Noticias"
publicó un extenso comentario a la
exposición de Samarra en Lleida. Firma esta recensión LluísAbadal.
"Samarra es un joven pintor, un adolescente
casi, que un año atrás apenas conocía los
colores, y hoy pinta con un desenfado que ya quisieran para sí muchos artistas avezados en las dificultades de la paleta:
es sobre todo, Samarra, un impresionista sumamente personal, que siente la
naturaleza y la traslada al lienzo resueltamente, sin luchas ni vacilaciones, haciendo gala de las más bellas
aptitudes para llegar a ser un colorista de
empuje."
Hace luego una interesante explicación de los
cuadros que considera mejores.
Entresaco las notas más características de cada uno de ellos:
PIRINEU APLE SOL. - Visión luminosa y brillante.
LO RIUET. — Crepúsculo de tonalidades suaves. Los
últimos términos del cuadro son de una bella
sobriedad.
RUÑES DE SANT PERE. - Tema predilecto, la pintura de
la naturaleza, en un aspecto nuevo. Armónica y justa nota de color.
REFLEXES D'AIGUA. - Para Samarra no hay dificultad
insuperable. Gran transparencia.
MONGAY. — Ha sabido trasladar al lienzo las fuerzas
de los "cadmiums" y las enormes
manchas verdes de los sembrados.
ARBRES MORTS. - Contraste. Arboles muertos en primer
término, sonriente pueblecito al fondo.
CULLIDORES D'HERBA. - Se atreve con la figura, a plena luz del sol.
LA VALL D'ANDORRA. — El cuadro mayor y el más feliz
de la exposición. Rica gama de matices y
toda la luz de su cielo. Los primeros términos, de una frescura hermosa, son lo más acabado de la
exposición; la montaña del último término y los nubarrones blancos,
valientemente acusados se destacan del cielo azul formando un conjunto vigoroso y atrayente.
Hace constar Abadal que Samarra emplea técnicas
diferentes al óleo, como el temple,
técnica empleada en la realización del cuadro Fiesta Popular, en el que las figuras muy bien agrupadas, conservan
todo el típico matiz de nuestras campesinas.
—Son sus palabras.
-4-
Se refiere a
Samarra como artista de empuje y porvenir. Aspiraba a horizontes más amplios.
La oportunidad se le presentó desde la Argentina
ofreciéndole un lugar a su lado como
socio de un taller de escultura...
Ante él se levantó la sombra de su querida madre. Se
sentía desamparado lejos de ella.
Estaba vieja y enferma... Desde América seguiría ayudándola, pero era otra cosa... Ella sufriría demasiado...
¿Había una solución para su problema?
Fue a Ponts al lado de su madre y le explicó su
situación: Era la oportunidad que había
estado esperando.
Estaba
decidido: Iría a la Argentina.
Antes de partir quiso dejar constancia de su amor
materno y se dedicó con ansia a
adornar su humilde casa.
Colocó
mosaico en el suelo, pintó, adornó con originales carátulas los extremos de las vigas, hizo de carpintero,
albañil, no permitiendo que nadie le ayudara.
—Colocaré en esta casa mis mejores obras para
recuerdo de los que me sobrevivan...
Cuando estuve en esta casa hace tan solo unos días
me fijé en la fecha del adorno de las
vigas: 1910...
La idea de la vida y por consiguiente de su opuesta,
la inevitable muerte, bullían sin duda
en su mente de creador...
Lo dice ese relieve en yeso salido de sus manos tal
vez en estos días en que pensaba en ir a la lejana América: "El
treball es vida".
El pueblo, su pueblo; también quería ser recordado por él...
Se acercaba la Festa Major y quería que la de aquel
año fuera algo extraordinario.
En el café Palou y rodeado de sus compaisanos
exponía cuanto pensaba hacer.
Gracias a su entusiasmo y dinero se pintaron las
fachadas de todas las casas de su
calle, la calle Vilanova.
Logró
reunir ochenta socios que
fundaron una Biblioteca
Popular...
Dice Antonio Moral, "Tonaxo", "...con
el fin de formar una Biblioteca Popular
que debió de instalarse en el café del Papera...".
Parece que da a entender que todo quedó en un buen
propósito y en el ímprobo trabajo de Samarra
solicitando ayuda a instituciones y editoriales...
-5-
Una
banda de veinticuatro músicos, cornetas y tambores, quedó contratada con la ayuda de la Corporación Municipal...
El hubiera querido traerse de Lleida todo el Regimiento...
Lo que
dependiera de él saldría a su gusto. Construyó una
fuente. Una fuente con león y todo...
"Con
piedra tosca de las ruinas deis Esplobins" se construyó esa maravillosa fuente con un león de grandes
proporciones hecho con yeso, con el agua saliéndole de las fauces.
Todo el mundo se acuerda de aquello, los que lo
vieron y los que lo han oído contar,
ya que hoy no existe ya aquella "cascada" de la Placa Planell...
Todos hablaban de Samarra...
Algunos de sus amigos le aconsejaban no dejara pasar
más el tiempo y se embarcara hacia la
Argentina. Sabían que la envidia mezquina de algunos podría menoscabar el bien hacer de Antonio.
Tenía muchos proyectos...
Organizó clases nocturnas de dibujo que él daba
gratis a cuantos quisieran.
Parece ser que los amigos de Samarra tuvieron razón
y la Festa Major no llegó a tener el lucimiento
que se esperaba...
Estaba atado a
su casa y a su pueblo... América tendría
que esperar un poco más...
El día 8 de Diciembre de 1914 llegó a su villa la
noticia escueta de su muerte.
Su madre salió hacia Barcelona.
"Tonaxo" escribió a un sobrino suyo, amigo
de Samarra, para que le informara.
"—EL día 6 a primera hora se presentó el cuñado
de mi amigo y me manifestó que su cuñado Antonio se había suicidado. Ayer por
la tarde recibimos una carta en la que nos decía que cuidáramos mucho de su
madre, que al recibir ésta él ya no existiría y que no podía decir las causas
por que se suicidaba y que sólo encargaba
que lo enterraran al lado de un tal Isern, que también se suicidó en el mismo punto que él lo iba a verificar."
Esta carta fue echada al correo en Vilasar de Mar el día anterior.
Al
recibir la carta su cuñado se dirigió a dicho lugar. Cuando llegó ya se había
producido el drama.
Es un pequeño castillo del tiempo de los moros
perteneciente al pueblo de Cabrera.
Hacía tres años su amigo Isern se había dado muerte
en un pozo de este mismo castillo.
-6-
Bajó
al mismo con una cuerda, tapó el brocal y prendió fuego a su chaqueta. Murió asfixiado.
Fue algo que venía pensando hacía tiempo. Ya no le
quedaba fe en nadie al pobre
Samarra...
Compró un viejo revólver de mecha. Lo disparó
algunas veces para probarlo.
Tenía dos heridas en la frente, una superficial y
otra que le causó la muerte.
Su cuerpo rodó
por la montaña.
Un pastor lo encontró ya sin vida. Su cadáver fue
trasladado al pueblo de Cabrera.
Su propia madre compró el terreno en el que había
sido enterrado Isern por doscientas
pesetas para cumplir su última voluntad.
En sus bolsillos: ocho duros y en la cartera un
retrato de mujer doblado en cuatro partes.
Su reloj funcionaba aún cuando fue encontrado. Un papel escrito de su puño y letra diciendo que no culparan a nadie
de sumuertey que no podía decir el motivo
por el cual hacía aquello...
Transcribo de un amarillento recorte de la prensa de
aquellos días las palabras de alguien que firma
"F." tal vez el mismo periodista que unos años antes hiciera su crítica y asegurándole futuros triunfos
lo dio a conocer al público barcelonés,
F. Pous i Pagés.
"...Barcelona no reconegué al jove qui s'era
mort. Uns periódics li digue-ren "un
obrer"; altres el confongueren erróniament, el nom; altres —els menys—, aprés de son nom, li digueren sencillament
'esculptor d'ofici'.
"Barcelona
no recordava ja en aquell al jovincell qui uns anys endarrera havía anat, amb el cor ilusionat, a oferir a la
gran urb mediterránia les primícies de
son art, potent i vigorós. No memorava ja que un dia, pels comencos de l'any 1909 en el salonet petitó de Can Pares, un artista
novel! oferia ais amateurs uns quadres
exhuberants de vida, amarats de sol. I que aquest, a qui aprés els crítics tots
vantaven, era en Antón Samarra, fill de la vila de Ponts, a la comarca de la Noguera —Mig Segre—, provincia de Lleida."
"Ara en Samarra es mort. El seu panteisme
refinat, el seu amor ardent vers la térra,
vers la Natura —aquelles muntanyes un xic virolades, aquell tros de térra rogenc o gris, aquell camp de llegums tot
verd—, l'han acompanyat fins a la tomba."
"Era un home honrat, era noble, era sincer,
sentía la natura amb tota sa plenitut, amb
tot son espandiment i la plasmava en la tela amb vigorositat, amb "grapa" d'artista, abocant sobre la tela
la pintura que prenia marcats relleus."
"No era fet a convencionalismes, escoles, ni
creéncies era lliure ¡ volia batre les ales
vers a móns llunyans."
-7-
"L'ambient l'ha vencut. Vivía oblidat en la
seva vila nativa, fent él be a son proi'sme...
fins que un dia decidí anar-se'n a la gran ciutat que, oblidadissa, havia
de confondre'l aprés en l'acerb deis ¡nnominats."
"...Pero el seu record, el record d'aquell jove
sápid, fornit, d'ulls blaus ¡ cabells negres,
romandrá en nosaltres mentre poguem contemplar quelcuna de ses obres..."
Otro recorte firmado por'TI." recuerda a
Samarra con palabras sentidas de poeta, en una
prosa que tal vez ahora suene a rimbombo:
"...Descansa
en pau, Samarra, amic inoblidable. Tú també, com el ros-sinyol, sentires tristors i anyorances en les comarques
urgellenques..."
Su madre estuvo unos días en Barcelona en casa de su
hija. Esta se había casado y
regentaba una portería. Con ella vivía Antonio en sus largas estancias en la ciudad condal.
Su puesto estaba en su casa, en la casa que le había
adornado su querido hijo. Allí se fue
llena de dolor. Allí recibió a amigos y gente que nunca había visto antes, artistas amigos de su hijo, que venían a
darle su más sentido pésame.
Todos le aconsejaban guardara las obras de
Antonio... Le darían mucho dinero... Su hijo sería reconocido
algún día en su justo valor...
Para
ella ya lo tenía y si guardaba celosamente cuanto había pertenecido a su hijo era por motivos más profundos y
sinceros...
Todos debieron sentir aquella muerte...
De un modo especial los pequeños alumnos de dibujo
de la escuela nocturna de su villa...
Me decía uno de ellos, actualmente con nietos, que
solían ir a las ruinas del monasterio
de Gualter, cercano a Ponts, para dibujar aquellos rincones...
Este alumno llegó el primer día muy contento con su
caja de compases, doble decímetro, difuminos,
etc., y Samarra le dijo que para dibujar sólo necesitaba el
lápiz y como mucho, una goma...
"...Me acuerdo que en cierta ocasión dibujaba
un capitel y me hizo caer en la cuenta que debía dibujarlo con todas sus
calidades, medio roto, gastado por la
intemperie, no como si acabara de salir de las manos del picapedrero..."
Ya en la Casa de la Vila cierta noche dijo a sus
alumnos que lo recogieran todo pues
tenía que irse.
Alguien
propuso dejar los materiales, lápices, papeles, etc., en el mismo sitio, pero él insistió en que se lo llevaran todo
a sus casas.
A los pocos días llegó a sus oídos la noticia de su muerte.
-8-
Sentados junto a una ventana y viendo pasar los
primeros coches de los turistas que
bajan de Andorra estuvimos hablando de Samarra y de aquellos tiempos en que un café valía diez céntimos...
El que llevaba la voz dominante era el mismo que un
día vio a Samarra en una calle barcelonesa
estucando una fachada.
"Eran
tiempos de hambre y no de artistas."
"Era un hombre que tenía ¡deas
profesionales."
"Lo
llevaron a Cabrera de Mar, antes de Mataró, para hacerle la autopsia."
"Me quedé
anonadado cuando me enteré que se había matado."
"Yo era chófer de unos señores que veraneaban
en Vilassá de Dalt. Nos reuníamos en el café. Yo era
germanófilo y un mozo de escuadra, francófilo; allí hacíamos nuestras predicciones."
"Llegó el sub-cabo de Mozos de Escuadra y me
preguntó si conocía a un tal Samarra de
Ponts. Yo le dije: —no le conocía, sino que le conozco—, él me dijo:
—le conocías, pues está muerto..."
"Tenía un papel en que estaba escrito: —He
venido a poner fin a mi vida en el mismo lugar donde lo hizo mi
amigo Isern—."
—¿Quién era este Isern?
—Era un chico de origen muy humilde que fue ahijado
por una familia de buena posición. Era de ideas
abanzadas, anarquistas...
Tonaxo dice de él que era un poeta pobre que estaba
enamorado de una joven también pobre y que
despreciado por ésta se suicidó.
Quien firma con "F.", el mismo que glosa
la trágica muerte de Samarra dice de Isern:
"...un altre idealista, un altre artista rústec, com ell enamorat del sol i de la térra mare..."
Los recuerdos se agolpan en la mente y fluyen de la
boca de Manel. Recuerdos del ambiente
político, de Samarra, suyos...
—Samarra aspiraba a ser algo. Al acabar el trabajo
iba, de diez a once de la noche, a la
Escuela del Trabajo. Era muy formal, inquieto y solitario, no tenía compañeros para hacer trastadas como las hacíamos
nosotros en viñas, huertos y en todo sitio donde hubiera algo que
atenuara nuestra hambre feroz.
—Sí, escribió una obra de teatro titulada "Punt
lluminós". Se preocupaba de los demás. Sobre todo pintaba, dibujaba.
Nosostros ya lo considerábamos un artista.
No era igual a nosotros...
—Cuando
supimos su muerte tuvimos la sensación de que nos había engañado. No podíamos esperar aquello de su manera de ser...
—Fuimos a Montpelier y en un pueblo, St. Pone, le
dije al Sr. Mateu, del cual yo era
chófer: —¿Se da cuenta en qué calle nos encontramos? —Era la calle de Francisco Ferrer Guardia.
-9-
Manel asoció varios
nombres: Ponts, Samarra, Isern, Maura... —Las malas compañías llevan por el mal camino.
—Una familia ahijó a Isern. Tuvo demasiada libertad
y se perdió. Samarra se perdió por su pobreza...
Tal vez ambos se unieron para luchar por una misma causa.
—Maura mandó fusilar a Ferrer Guardia, anarquista
furibundo. Cortó (ásalas a todos los que le
seguían...
—Cuando por televisión pasaban aquella serie de
"España Siglo XX" y anunciaron la época de Maura
yo dije: No sé qué veremos hoy pero yo me acuerdo que
cuando Maura venía a Barcelona las bombas se agotaban. Visitó la Universidad
y al salir le clavaron un cuchillo por detrás.
—Había unos urinarios públicos en la Rambla que
resultaron ser el lugar adecuado para
explosiones anarquistas. Las autoridades optaron por suprimirlos.
—Por aquellos días una bomba destrozó a dos hermosas
mujeres, las hermanas Rafa, en su puesto de
flores de las Ramblas. Indignó a todo el mundo. Había sido por celos. Barcelona
era pequeña. Todo el mundo se enteraba de todo cuanto pensaba el vecino. "El Papitu",
"L'Esquella", "La Campana", se encargaban de ponernos
al día... aunque nosotros los chóferes particulares ya estábamos al tanto antes que ellos... No había coches de alquiler y
nosotros llevábamos a unos y otros enterándonos
de todo. Yo tenía el carnet de conductor número 602 de Barcelona y me examiné el día tres de Octubre, por la tarde,
de 1910. Cuando había sesión en el
Liceo se reunían de nueve a diez autos, lo demás eran coches de caballos.
—No sé si trabajó en las obras del Palau de la
Música. Su construcción fue una causa
popular y de ricos y buenos catalanistas. Creo que yo di un duro.
—Lerroux no era una mala persona.
—Joan Pich i Pont era lampista. Cuando Lerroux le
encargó la instalación del gas en Barcelona Joan se hizo
"lerrouchista". Llegó a ser alcalde de Barcelona.
— Los coches franceses competían contra los de la Hispano-Suiza.
—Cuando fue alcalde el Barón de Viver hubo gran
revuelo de críticas porque mandó
construir el túnel de Balmes, que costó seis millones de pesetas. Fue una gran ¡dea; hoy no sé qué cantidad llegaría a
valer una obra como aquella. Había habido mucho accidente por la mala
conducción y pésima posición de los tranvías;
tranvía de asesinos, le llamaban al que transcurría por Balmes.
- Había crítica
libre. —También corta mentalidad.
-10-
EXPOSICIONES POSTUMAS
En Lleida se celebró en 1928 una exposición de
Homenaje al pintor ponsicano.
En la misma ciudad y organizada commemorando el
cincuenta aniversario de la fundación del Museo Morera tuvo lugar otra muestra
del hacer de Sa-marra en Mayo de 1969. Componían la exposición doce óleos y
diez y ocho dibujos al carbón.
También en 1969 esta vez en su pueblo natal y en una
Fiesta Mayor parecida a las que él quiso
revalorar se expusieron diez y ocho óleos y diez y ocho dibujos al carbón, obras salidas de sus manos.
Justamente un año después de celebrada esta
exposición tuve la suerte de hacer lo
mismo con mis primeras obras pictóricas. Allí, entre mis obras de novel pintor
escuché por primera vez el nombre de Antón Samarra Tugues. ..
Los que aún le recordaban me preguntaban si había
oído hablar de Samarra. Yo confesaba mi ignorancia.
Pienso que ahora he reparado aquella falta con quien
antes que yo descubrió al color, la forma, la
belleza y la supo plasmar para que sus otros vieran lo que sentía.
Su aspecto escultórico queda patente en su casa
natal en el dintel del balcón sobre la puerta principal, en el interior y en la
parte posterior de la misma casa.
Creo que se puede afirmar que en su oficio de
cantero-escultor le llevó a la pintura con la que intentó por todos los medios
expresar sus ansias, su vida, su manera de ver.
Estas cuartillas tocan a su fin pero me quedo con la
ilusión de profundizar más en esta vida.
-11 -
Esta es su casa,
la segunda por la izquierda. Sobre el primer balcón, unos relieves parcialmente acabados. Estamos en la calle Vilanoba.
Dibujo a lápiz sobre papel encontrado en su cartera en el lugar de su muerte.
¿Sentido del
humor?
¿Sentido del humor sutil ,protesta
por los pocos cuidados del Ayuntamiento
hacia su calle?
Ahí queda una
muestra de su buen hacer de cantero-escultor:
"Aquest carrer fou blanquejat en
MCMXIIII".
|
Es precisamente la parte oscurecida por la sombra del balcón la que contiene la parte acabada de este relieve de Samarra.Son figuras femeninas y angelotes entre motivos florales. En el centro de la composición dos letras mayúsculas entrelazadas: P. S. Su padre se llamaba Pedro. ¿Era tal vez un homenaje, truncado al morir éste en 1903, y por eso dejado sin acabar? Las figuras que aparecen en el dintel del balcón son de inferior categor
a artística que las del dintel de una ventana interior, tal como aparece en lafotografía. Bajo los pies de la figura masculina, en quien veo un autorretrato, está grabado el año 1909. Bajo la figura oponente, su hermana tal vez, la firma: A. Samarra.
Contrasta la perfecta anatomía de las dos figuras citadas con la deformidad, yo creo que buscada, de la mujer que aparece en el centro, de cortos brazos, vientre abultado y piernas cortas, como una venus auriñaciense aguantando en alto unas guirnaldas modernistas o neoclásicas...
-13-
En la pequeña galería interior
del primer piso se halla esta placa de
piedra de unos ochenta centímetros de alta por cincuenta de ancha, un hombre y una mujer; sus padres tal vez, caricaturizados, de rasgos potentes. En la figura masculina
hay un aire melancólico, de enfermo, como lo estaba su padre. Está fechado en la parte inferior: Pons, 10 de Abril de 1900. Tenía catorce años. En la parte superior las iniciales de su nombre y dos apellidos: A. S. T. La "S" está esculpida al revés. ¿Pequeña ignorancia de sus años con poca escuela? Seguramente.
En el cuarto adyacente, el dormitorio de sus
padres, este espejo con esa cabeza de mujer que se repite en sus obras. Un suave dorado entre
las flores.
Al
ver esta cabeza con el pelo flotando me vino a la mente el Palacio de la Música
de Barcelona.
TREBALL
ES VIDA". Un relieve en yeso.
Un
escudo de Catalunya en la parte
superior izquierda. En la parte derecha un escudo con un animal que bien podría ser una llama americana. Catalunya. América. El quería ir lejos. Sin duda con un barco, si no igual a los cuatro que adornan
la parte
inferior de esta composición, sí con la misma rapidez con que el aire
empuja las velas de los mismos. Sobre el lema,
dos figuras sentadas entre plantas sosteniendo una de ellas un cántaro y con
dos aves a sus pies; entre los pies de la otra, dos peces.
Aquí faltan otros elementos, otros documentos
gráficos de lo que encontré el día en que
en rápida visita paseé por la casa de Samarra. Queda en mí el deseo de volver otro día con más pausa...
Vi los adornos en las vigas a los que anteriormente
he hecho alusión. Un estrecho pasillo, las vigas
con sus cabezas extrañas a ambos lados, como aguantándolas, de azul. 1910.
Su caballete de escultor, su paleta, mejor, su caja
de pintor y un cuadro maltratado por el
tiempo, roto y lleno de polvo. De esto hice que mi ma'quina dejara constancia para este trabajo.
No así de un pequeño mosaico en la pared, realizado
con trozos desiguales de piedras, a
lo Gaudí...
Mosaico
en el suelo. Embaldosado el suelo con formas geométricas. Adinteladas las puertas con pequeñas placas de mármol...
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Su caballete
de escultor. Su caja conteniendo aún polvo de los
mismos colores que él empleó.
Arriba, los
colores fríos, en la primera fila de departamentos
rectangulares. El más pequeño con el negro. Cinco departamentos
cuadrados, con colores cálidos más uno rectangular. El
mayor departamento, al otro extremo de la diagonal en que
se halla el negro, el lugar para el pigmento blanco. A su lado en
una porción cuadrada, junto al carmín y el naranja, el azul.
Apoyado
en la pared se ve el cuadro, en parte, con el mismo
azul de la caja, tal vez ligeramente matizado...
Este
es el cuadro que hemos visto antes. Se aprecia el paso del
tiempo, el abandono y un poco la impericia del fotógrafo...
Es una composición personal. Árboles y edificaciones surgen
por encima de la mitad del cuadro, que es de forma cuadrangular
y mide unos ochenta centímetros de lado. Algunas figuras de encorvadas
ancianas hacen que se sienta la grandiosidad del elemento vegetal y los edificios en un día de sol. Para mí que el cielo fue vuelto a pintar una vez participó en la exposición que en 1912 celebró con otros pin-
tores en Lleida. De un aspecto de dicha exposición queda constancia en
una foto de la época que aquí se reproduce. En la parte
superior derecha hay un cuadro que se
asemeja de forma clara al de Samarra. Creo que es el mismo. Pero en el de la exposición el cielo es más claro que el suelo, lo
que indica estaba pintado con otro
color diferente al del cuadro hallado en su casa o al menos con una intensidad
o tono de azul diferente.
Entrada al cementerio de Ponts, obra inacabada de Samarra. Una gran
simplicidad, serenidad y elegancia dominan esta obra, no exenta de
originalidad.
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Originalidad y elegancia decorativa que está patente
en esta Cruz. Le fue encargada por D.
Antonio Castellá Soriguera, importante terrateniente del pueblo, muy apreciado
por todos. Fue emplazada a la entrada de las tierras de D. Antonio.
Alguien lo recuerda... Samarra realizó esta obra
frente a su casa. Se colocaba un delantal
mientras picaba la piedra... Una sola pieza. Como un monolito rematado por una cruz casi solamente insinuada, todo
de piedra. En una cara de la cruz, San
Antonio con el Niño, en la otra, San Jorge a caballo atacando al dragón.
Inmediatamente bajo la cruz la inscripción: Sola
Crux única spes, cada palabra en una cara de la columna
cuadrangular y troncopiramidal con un ligero ensanche en la base. Está clavada
en sólida roca. Frente a la cruz, por la parte del camino y sobre la roca en que se levanta, el escudo de
Catalunya, grabado. Se halla detrás del cementerio y más allá de la fuente de
Valldans.
Muchos de los datos expuestos en este trabajo los he
recogido de un librito de veintiún centímetros de alto por trece y medio de
ancho, escrito a máquina y en su
mayor parte a mano por D. Antonio Moral i Caserres amigo de Antonio Samarra. Don Antonio había sido guardia civil y
había peleado en Cuba. En su merecido descanso
en la tierra que le vio nacer se dedicaba en sus muchos ratos de ocio a transcribir sus memorias, de las que tengo
un delicioso volumen escrito a máquina. Habla
de cuando los españoles eran bien vistos en Cuba, de las artimañas de que
algunos extranjeros se valieron para desprestigiar a España, escaramuzas, castigos a soldados pendencieros; también habla de
cuando a la vuelta fue elegido alcalde de la villa de Ponts, de las rencillas y
votaciones electorales entre conservadores y liberales...
El
pequeño librito, cuidadosamente encuadernado, dedicado a Antonio Samarra debió ser la última "obra" que
escribiera el bueno de "Tonaxo". A mí me la prestó muy
amablemente D. Santiago Palou i Moral, quien a su vez la obtuvo de un sobrino
de D. Antonio Moral y a la vez primo suyo. Le doy las gracias.
En la segunda fotografía, Antonio Samarra y su
hermana, la que tenía una portería en
la Rambla de Catalunya. Seguramente le sirvió de modelo en muchas de sus obras.
Colgadas de las vigas de su casa vi unas argollas, unas anillas de
gimnasta. Como descanso entre un trabajo y
otro o simplemente para mantener en forma su cuerpo, practicaba la gimnasia. En las fotos de Antonio se adivina
un cuerpo proporcionado, elegante. En
este cuerpo bullía un espíritu inquieto que buscó descanso en estas ruinas del castillo de Cabrera de Mataró que aparece
en una reproducción de una fotografía de
la época.
Como un homenaje a "Tonaxo" y a su labor
de informador de primera mano, esta
fotografía de su manuscrito sobre Samarra en la página en que se inserta un recorte de la prensa de aquellos días en que la
noticia de la muerte de Samarra llenó de
tristeza tantos corazones.
OPINIONES SOBRE
SAMARRA Y SU OBRA
El poeta Agelet
Garriga:
"Unes cases
vermelles, aturades que retornen d'un somiatge sota el sol.
Unsjocsde llum
cantelluda.
Unes cases
pintades amb fang. Cisellades amb els dits.
Una llavor de
cel, aura sobre elfoc de la térra.
Pintura sense
normes, es dir sense limits.
Artista que va
morir amb la grandesa de no haver aprés."
(Del catálogo de la exposición de homenaje a Samarra celebrada en
Lleida en 1928).
Nadal Gaya:
"Pintor colorista por
excelencia, de trazo grueso y firme, la obra de Samarra, aunque exenta de influencias cultistas
recuerda la pintura de los "fauves", rompe definitivamente con los moldes más realistas
imperantes hasta entonces. Y es curioso señalar esta coincidencia con unas tendencias pictóricas que
Samarra no podía conocer por cuanto fue un autodidacta. Su manera de expresarse fue por lo
tanto totalmente sincera y demuestra que en materias artísticas hay algo en cada época, en cada
momento, que parece flota en el ambiente y que todos aquellos que tienen la sensibilidad
despierta pueden captar a la vez aun sin conocerse entre si. Este fenómeno
repetido tantas veces en la historia del arte, se produjo también en Samarra
que fue "fauve" sin saberlo."
"Su obra, es un tanto
desigual, ofrece aún hoy aspectos interesantes y dignos de estudio y ante ella tienen
todavía vigencia las palabras de Joaquín De Caselles i Castellá, cuando dijo
que fue "úun artista formidable que conquista el sol y el aire ".
"
J. A. Tarrago
Pleyán:
"Su pincel es duro, con mucha fuerza y
cantidades de materia-color puestas como manchas,
a golpes sobre la tela. Espontaneidad que produce conjuntos armónicos, no
siempre acabados, donde su afán, su
vocación, se pierde o se cansa en pos de metas mejores que ansiaba porfiadamente. En una de estas crisis de su
ánimo, encuentra la muerte."
(Del catálogo de las obras de Samarra expuestas en
Lleida y en Ponts en 1969).
Es hora de
presentar este trabajo.
Queda
incompleto.
Tengo previsto hacer una visita a la Diputación de
Lleida donde se encuentran varios cuadros de Samarra.
Debo retornar a su casa natal y estudiar más
pausadamente cuanto en ella realizó...
Tengo noticias de que por aquí y por allá andan
esparcidos algunos dibujos y
trabajos de este pintor de mi tierra.
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En
Marzo de 1915 "Tonaxo" escribió en el librito-homenaje a su amigo Antonio Samarra y como conclusión del mismo:
"Samarra deja unos 40 cuadros de todos tamaños,
muchos bocetos y dibujos de diferentes clases y varios trabajos en
miniatura de escultor."
"El que esto escribe aconseja a los que quieran
cerciorarse lo mucho que trabajó vayan a su casa."
Digo lo mismo y añado que también pregunten a la
gente, amable y entrañablemente catalana, sobre el pintor
que vivió en su mismo pueblo, que vivió entre ellos...
JESÚS MASANA I
MONISTIROL Barcelona, Mayo de 1974.
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