Jesús Masana Monistirol
Cuando en los manuales informativo/formativos sobre educación sexual de nuestra juventud, emanados en la asignatura Educación para la Cidadanía y aledaños, aparecen explícitamente relaciones de todo tipo y la justificación es la de ser claros en esta materia, es evidente que vivimos un maniqueísmo esquizofrénico al impedir que la verdad de lo que realmente es un aborto sea conocido por TODOS.
El Gobierno se opone a que, sobre todo los posibles protagonistas de estos hechos abortistas, sean informados mediante vídeos en los que aparecen sistemas varios de abortos.
La libertad de información es conculcada una vez más tamizada por el cedazo de una ideologías totalitaria y deshumanizada que dictamina lo que debemos o no hacer.
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viernes, 16 de julio de 2010
jueves, 8 de julio de 2010
SENTENCIAS
"CUANDO PASA LA TORMENTA, YA NO EXISTE EL MALO, MAS EL JUSTO TIENE BASE ETERNA" (Proverbios 10, 25).
La situación de España es ciertamente desesperada, no tanto por la crisis económica, sino por la crisis moral en la se debate, gracias a la insensatez de tantos, tal vez de todos los que habitamos esta nación.
Los pilares en los que se apoyaban los criterios de quienes tenían una conciencia basada en los principios fundamentales de la ley natural, se tambalean o caen abatidos por la fuerza de la falacia hedonista de la comodidad y el bienestar que se busca en el dinero y el placer egoísta.
La tormenta que azota nuestro país arrastra en sus remolinos huracanados las reliquias de la amabilidad, el compañerismo, la superación, el respeto a la vida y la paz basada en el perdón. renacen los odios, porque se remueven las cenizas de antiguas rencillas y cruentas luchas fratricidas. Al respeto a la autoridad constituida le sucede la arbitrariedad normalizada; a la justicia la sordidez de la conveniencia política; al esfuerzo y el servicio, la vagancia y la mediocridad. El mal ha timado cuerpo en tantos espíritus que no tienen otra norma vital que la falacia de la propaganda institucionalizada desde las altas jerarquías.
La esperanza de un modo de convivencia más pacífica se debilita al ritmo de los acontecimientos diarios, impregnados en el caldo de lo insupstrancial.
Aquí y allí surgen voces y formas de vivir que denuncian la autodestrución que rezuman las leyes abortistas y las normas eugenésicas emanadas de los gobernantes que han alimentado la tormenta de la muerte.
Busquemos en esta marabunta, al justo que se mantiene firme en la verdad, que no claudica a la necedad de esta pobre generación de ciegos, que nos llevan al abismo.
Ansiemos la paz, luchemos por ella, que vendrá después de la tormenta.
La situación de España es ciertamente desesperada, no tanto por la crisis económica, sino por la crisis moral en la se debate, gracias a la insensatez de tantos, tal vez de todos los que habitamos esta nación.
Los pilares en los que se apoyaban los criterios de quienes tenían una conciencia basada en los principios fundamentales de la ley natural, se tambalean o caen abatidos por la fuerza de la falacia hedonista de la comodidad y el bienestar que se busca en el dinero y el placer egoísta.
La tormenta que azota nuestro país arrastra en sus remolinos huracanados las reliquias de la amabilidad, el compañerismo, la superación, el respeto a la vida y la paz basada en el perdón. renacen los odios, porque se remueven las cenizas de antiguas rencillas y cruentas luchas fratricidas. Al respeto a la autoridad constituida le sucede la arbitrariedad normalizada; a la justicia la sordidez de la conveniencia política; al esfuerzo y el servicio, la vagancia y la mediocridad. El mal ha timado cuerpo en tantos espíritus que no tienen otra norma vital que la falacia de la propaganda institucionalizada desde las altas jerarquías.
La esperanza de un modo de convivencia más pacífica se debilita al ritmo de los acontecimientos diarios, impregnados en el caldo de lo insupstrancial.
Aquí y allí surgen voces y formas de vivir que denuncian la autodestrución que rezuman las leyes abortistas y las normas eugenésicas emanadas de los gobernantes que han alimentado la tormenta de la muerte.
Busquemos en esta marabunta, al justo que se mantiene firme en la verdad, que no claudica a la necedad de esta pobre generación de ciegos, que nos llevan al abismo.
Ansiemos la paz, luchemos por ella, que vendrá después de la tormenta.
domingo, 4 de julio de 2010
Barcelona
Acabo de visitar a parientes y amigos de Barcelona.
Los políticos nos enredan las cosas y las relaciones entre los ciudadanos de a pie. He vuelto a ver gentes y paisajes con sentimientos muy cercanos a los míos, los de cualquier persona que intenta cuidar de los suyos y que trabaja para que todo ande cada día mejor.
Pero para algunos la categoría del bien común pasa por su bolsillo a costa de las raíces que a cada cual nos unen con el terruño en el que nacimos.
Los nacionalismos nos traen a mal traer porque algunos han confundido el amor a la patria chica con el egoísmo de sus propios intereses.
Políticos de tres al cuarto, no nos saquéis los "cuartos" ni nos manipuléis con vuestras soflamas dieciochescas y totalitarias...
¿Cuánto dinero no mueve la aplicación de la ley del aborto que mañana, cinco de julio de 2010, se va a aprobar en esta España, dominada por las mayorías socialistas?
Esos piliticastros ya no sólo intentan enfrentarnos por mor de las nacionalidades sino que quieren eliminar poco a poco a quienes no pensamos como ellos, evitando que nuevos ciudadanos vean la luz.
Nos queda la esperanza de que nuestra denuncia mueva alguna conciencia.
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