viernes, 20 de enero de 2012

MICROCOSMO (Zamora)


MICROCOSMO (La Opinión de Zamora, Viernes, 27 Nov. 1992)

Jesús Masana Monistirol


Rodeados por doquier de tanto románico se nos viene a la

mente ese hallazgo de nuestros antepasados, que a ellos les

sirvió para estructurar toda una cultura de la que aún hoy

recibimos mensajes aleccionadores: que lo grande, se repite en

lo peque¤o, que el MACROCOSMO está en el MICROCOSMO, que el

hombre explica todo lo creado. Es un mensaje apocalíptico, que

no catastofista, sino manifestación de las cosas que han de

ocurrir en los últimos tiempos, en los que según

parece nos ha tocado vivir.

Porque también hoy el hombre repite el devenir del

universo, es una línea paralela junto a otra, a infinitas

líneas dirigidas a un mismo fin, no siempre conocido.

¡Cómo está el mundo! Redondo él, con todo lo del ozono, eso

otro de las guerras, el hambre, los bosnios...

­Cómo está nuestra nación! Con los dispendios, los "pufos"

de las comisiones, los "maastricht", las "filesas", las

encuestas, las devaluaciones, las oscuras muertes xenófobas...

­¡Cómo está la ciudad! Con sus calles, reflejo en pequeño

del mismo percal; esas casas que se caen, esos puntos azules

de la ORA clavados en la acera ya de por sí exigua, esos otros

puntos punzantes de jeringas amenazadoras, esos impuestos, esa

muerte agazapada aquí y allá¡...­Cómo está el Instituto "El Claudio"; talmente como la ciudad, el país o el mundo, no nos engañemos. Parece tan mono

desde fuera y tal vez también desde dentro...

Pero resulta que se ha comenzado a vivir en él sin permiso de Industria.

Estamos usando la luz, la calefacción, etc., pero por las

buenas. Naturalmente, el ascensor, elemento nuevo desde la

remodelación, está parado por aquello de que sería muy

engorroso tener un accidente en estas circunstancias. Nadie

parece querer asumir la responsabilidad del mencionado trámite

burocrático. Industria pide la colocación de un grupo

electrógeno que la empresa constructora no ha ubicado por

razones que ella juzga de peso; mientras tanto, como el

tiempo apremiaba, Delegación de Enseñanza di¢ el "placet" para

comenzar el curso; la dirección del centro y el Consejo

Escolar pasan del asunto y gestionan que la situación se

normalice, pero se lavan las manos.

Los padres quedan informados de este asunto si es que no lo estaban, porque

hasta el momento no han dicho ni p¡o, teniendo a sus hijos en

una situación no ciertamente aceptable legal y físicamente;

algunos de ellos tienen serias y a veces insalvables

dificultades en acceder a sus aulas por falta del elevador

parado "burrocráticamente".

Hay más "cositas", como escaleras interminables y con un

desnivel arquitectónicamente criticable; aulas con menor

capacidad que las antiguas, algún lavabo sin grifería,

radiadores goteantes... ¨Se puede vivir en un edificio del

que no se ha efectuado entrega de obra? Legalmente, no lo sé,

pero que vivimos y admiramos el "Claudio" desde hace poco más

de un más, sí es posible.

­Cómo estamos todos! Cada uno somos un mundo, una nación,

una ciudad, un "Claudio", tal vez hasta remozados, peinaditos,

pero, cómo somos... MICROCOSMO.

¿Catastrofismo? No, realismo, desde el que la reflexión y

la búsqueda de soluciones se podré hallar un camino en algún

rincón del mundo, el país, la ciudad, el "Claudio" o de uno

mismo para salir de la mediocridad. Creo que ello es posible,

tal vez dejándonos adoctrinar por el románico...


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