DE LA HYDRA A LA
MULTIADMINISTRACION. Jesús Masana Monistirol
No sé cuándo se solucionará un problema que arrastramos desde hace tiempo cual es el funcionamiento
de las administraciones surgidas a raíz de la existencia de las autonomías.
-La Opinión-El Correo- Sábado, 8 de mayo de 1993.
Me ha
"prestado” Remigio, mi instruidísimo amigo en todo lo
clásico, un personaje de los que pululan
por sus ágiles dedos de
manipulador político y escribidor certero; se trata
de la Hydra.
Era (¿o
es aún?) éste un monstruo de la
mitología griega,
acuático y de una
característica única, tenía siete cabezas
voraces que
el trabajador Hércules le cercenó
una vez en la
tradición y en los
escritos; mas -¡Oh sino de los tiempos!- ha
vuelto a la vida, no con
siete, sino con diez y siete
cabezas.
Los muchos transeúntes
que pasan por delante del Instituto Claudio Moyano
pueden admirar, a la vez que su
esplendorosa fachada, nada menos
que cuatro banderas. ¡Cuatro
macro-administraciones! Que luego
las hay
en mayor número, si al ámbito del trabajo, de
la
asociación
de vecinos, de padres de
alumnos, de comerciantes,
de tal o cual cofradía, del equipo de deporte, de
la propia
administración doméstica, etc.,
nos atenemos...
La escondida enseñanza o
moraleja que los griegos y los padres
de los
griegos nos legaron se vislumbra ahora
fehacientemente
clara: la voracidad administrativa quiere acabar con los
administrados, que son, por
otro lado, los que han creado el
monstruo Hydra-administrativo. De la
misma fuente de la que éste
ha surgido, puede y debe salir el
libertador que, de un certero
mandoble, acabe con la dantesca situación
autolacerante...
Hoy se nos piden los
dineros por todas las esquinas legales
mediante contribuciones, declaraciones, iva, derecho de
circulación, derecho de
aparcamiento, arbitrios, tasas, etc.,
etc., y ello, de manera repetitiva, por
los mismos conceptos...
Los efectos
sociales de tales males a niveles
nacionales y
multinacionales están ahí: se está engañando, esquilmando,
menospreciando, escupiendo, masacrando, al ciudadano
contribuyente so capa del bien común, que
no es tan común, sino
únicamente de tantos y tantos que
mueven los hilos de las siete
cabezas de la Hydra.
Pronto o tarde llegará Hércules, no
necesariamente
personificado en una sola y heroica
persona, sino que puede
ser todo el colectivo ciudadano consciente de
los valores que en
alguna ‚poca rigieron la cultura
griega, la romana, la medieval,
la cristiana. De momento, Remigio amigo, ser
administrado-devorados por infinitas administraciones, nos
ejercita en una eminentemente
virtud, la paciencia, que no es
poca cosa...
Hay tanta mamandurria que se arropa en las banderas de las administraciones, que nos ahogan en el piélago de la crisis...
ResponderEliminar