miércoles, 22 de octubre de 2014

ESTEMUNDO6

En aquel  momento alguien abrió una diminuta ventana e intentó gritar de ale­gría:
 ¡Había descubierto al rey!
¡Él era el rey!
 No había entonces orgullo en esta consideración o tal vez sí.
      Le hizo señas con las manos para que se ca­llara:
     -No grites, que despertarás a los demás y ahora es tiempo de dormir...
Se retiró de la ventana, pero dejó el ven­tanuco abierto para que cuando vinieran los sueños, otra vez, por el mismo sitio, apareciera !el rey!
Se puso en pie siguiendo despacito a Dan, que miraba a ratos el cielo. Miró también él y descubrió unas figuras:
-Mira, parecen niños volando
-Sí, pero no se pararán aquí. No ven Estemundo; lo están buscando, pero para ellos, la noche de nuestro país, es completamente oscura. Si vieran todo esto, descenderían...Pero te aflijas por esto: ellos encontrarán mundos parecidos a éste.
-¿Encontrarán el mundo que tan ansiosos buscan? ¿Todos?
-Sí, pero si lo hallan, tal vez no sea por mucho tiempo: Los hombres se lo piso­tearán.
-¡Que no pase esto aquí! -dijo angustiado.
Caminaron...
De pronto, tras un recodo apareció, radiante, la Colina de las Hierbas,
-¿Por qué brilla tanto? –se dirigió a su acompañante.
-Es que en su cima están las hierbas que dan salud y otras, que son malignas. No hay distinción alguna externa que para distinguir unas de otras.
Quedó pensativo, preocupado. Algo le sacó de su estado, una agradable sensación de vida:¡Estaba saliendo el Sol detrás de la Colina!
¡Renacía la vida en su mundo, mi pequeño mundo maravilloso!
Un lejano galopar se fue acercando por momentos. Sobre un pequeño y alado caballo venía Din, el mensajero real.
Paró el rápido galope. Din desplegó ceremoniosamente un pergamino y anunció, con un lejano tocar de clarines y trompetas de cristal: 'Grandes fiestas´

- “Nuestro rey será coronado. Hoy tendrá lugar la coronación del rey. Nuestro rey tomará un nombre”.

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